Hace tiempo no veía llover tanto y con tanta fuerza, y me sorprendía lo “sorprendidos”
Que estaban los santiaguinos por tanta agua caída…
En concepción y mas al sur, llueve mas y más intensamente en invierno, pasaban semanas lloviendo y las calles inundadas y uno mojao entero. Ni el impermeable servia pa cubrirse. Cuantas veces pase charcos de agua metiendo las patitas por que no havia como cruzar las calles, con zapatos extras y calcetines demás, siempre llegábamos al colegio, sin estufas en las salas, con el Bio-Bio de tope a tope, rogando pa’ que no se subiera. Cuantas veces chocamos con mi mama en el puente viejo que comunicaba a san pedro con concepción por el piso resbaladizo, la gente imprudente y nosotros siempre en el centro del sándwich...
Los paraguas rotos tapizándolas calles, por los fuertes vientos, la gente pobre cercana al Bio-Bio, inundada todos los años por tener sus humildes casas cercanas al rió, siempre fue un problema recurrente y claro lo sigue siendo.
Pero ahora es Santiago, la gente cercana a los faldeos cordilleranos sin u buen techo para cubrirse, llenos de nieve y frió incesante. Las tablas y sus paredes húmedas, los pisos de tierra húmedos y barrosos. Con insuficientes mantitas para cubrirse, sin un pedacito de pan y un té caliente para “calententar” el cuerpo. Ahora seguramente y lamentablemente tendremos los servicios de urgencia tapados por gente que no puede cubrirse del frió, donde no darán a basto los consultorios para brindar apoyo para aquellos pequeños resfriados y los ancianos de igual forma.
Es por eso que hoy iremos con un par de termitos y unos cuantos pancitos a regalar amor. Y un poco de calor a los que lo necesitan.
Piénsalo…
Que estaban los santiaguinos por tanta agua caída…
En concepción y mas al sur, llueve mas y más intensamente en invierno, pasaban semanas lloviendo y las calles inundadas y uno mojao entero. Ni el impermeable servia pa cubrirse. Cuantas veces pase charcos de agua metiendo las patitas por que no havia como cruzar las calles, con zapatos extras y calcetines demás, siempre llegábamos al colegio, sin estufas en las salas, con el Bio-Bio de tope a tope, rogando pa’ que no se subiera. Cuantas veces chocamos con mi mama en el puente viejo que comunicaba a san pedro con concepción por el piso resbaladizo, la gente imprudente y nosotros siempre en el centro del sándwich...
Los paraguas rotos tapizándolas calles, por los fuertes vientos, la gente pobre cercana al Bio-Bio, inundada todos los años por tener sus humildes casas cercanas al rió, siempre fue un problema recurrente y claro lo sigue siendo.
Pero ahora es Santiago, la gente cercana a los faldeos cordilleranos sin u buen techo para cubrirse, llenos de nieve y frió incesante. Las tablas y sus paredes húmedas, los pisos de tierra húmedos y barrosos. Con insuficientes mantitas para cubrirse, sin un pedacito de pan y un té caliente para “calententar” el cuerpo. Ahora seguramente y lamentablemente tendremos los servicios de urgencia tapados por gente que no puede cubrirse del frió, donde no darán a basto los consultorios para brindar apoyo para aquellos pequeños resfriados y los ancianos de igual forma.
Es por eso que hoy iremos con un par de termitos y unos cuantos pancitos a regalar amor. Y un poco de calor a los que lo necesitan.
Piénsalo…
TU, también puedes hacerlo!